Multivacaciones Decameron en Panamá
Nunca había estado antes en un hotel bajo la modalidad de “todo incluido” de Multivacaciones Decameron, hasta hace unos días que fui a Panamá al Royal Decameron Golf Beach Resort & Villas (Playa Blanca para los amigos) a dos horas de ciudad de Panamá.
Es realmente “todo incluido”: desayuno y almuerzo buffet, comida a la carta y hasta snacks. Esta le va a gustar a muchos: barra libre ilimitada!. Deportes acuáticos, sillas y toallas para la playa, gimnasio… en fin, prácticamente todo lo que hay en el resort lo puede uno consumir cuantas veces quiera sin ningún cargo adicional. Voy a contar entonces como fue mi experiencia.
Vuelo Bogotá-Panamá
El vuelo fue por VivaColombia, estrenando la recién inaugurada ruta BOG-BLB al también prácticamente nuevo aeropuerto “Panamá Pacífico“, en la antigua base militar norteamericana “Howard”. Es un aeropuerto pequeño habilitado para vuelos chárter, y es tan nuevo que no tiene ni un solo local comercial e incluso no tiene cajeros automáticos. Hay tan solo 4 cubículos para los funcionarios de migración, y no tienen lector de pasaporte mecánico, por lo que el proceso de migración es lento. En nuestro caso tardó poco más de una hora. Afortunadamente hay aire acondicionado, porque de lo contrario la espera sería mucho peor.
El transporte al hotel está muy bien coordinado y están muy pendientes de quienes van para playa blanca. El viaje al hotel toma cerca de dos horas por una autopista en muy buen estado. al igual que el bus.
El Hotel
La llegada al hotel para hacer check-in es organizada aunque no tan eficiente como uno quisiera. Los empleados, casi sin excepción, son muy atentos y hacen su trabajo de la forma más ágil posible, haciéndolo sentir a uno muy bien atendido a pesar de compartir la situación simultáneamente con decenas de personas. Uno es transportado a su habitación en unas pequeñas camionetas y el conductor/botones se encarga de que uno no mueva un dedo.
La habitación es mucho mejor de lo que me la imaginaba. Tiene nevera, tv con canales de muchos países (incluidos canales nacionales de Colombia) y el baño es bastante amplio y bonito. No se si haya sido solo conmigo o lo hagan con todo el mundo, pero me recibieron con botella de vino y tabla de quesos. Te llevan una botella de agua (750cc, creo) cada día, la cual uno prácticamente ni la destapa.
Al llegar lo primero que uno recibe es un mapa y unas instrucciones para orientarse y encontrar lo indispensable. La primera vez que uno lo ve se imagina que el resort es inmenso y que darle la vuelta a pie es un imposible, pero en realidad es una caminata muy agradable y no es tan grande ni enredado como parece. Leí muchos reviews antes del viaje y aprendí algo sobre las reseñas de viajeros: hay gente imposible de satisfacer o que se cree miembro de la realeza, porque se quejan de detalles insignificantes o le buscan el defecto a todo. Les faltaba decir que el agua estaba muy mojada y que la arena estaba muy arenosa. Una de esas quejas hablaba sobre la cantidad insoportable de escaleras, a lo que solo les puedo decir que son unos perezosos. Sí, el resort está construido sobre una pequeña colina y para ir a las partes altas hay que subir unas cuantas escaleras (50-60 escalones por mucho), pero será un problema si mucho para personas con problemas de discapacidad o de flojera aguda. Nada del otro mundo. Mi suegra tiene ya sus años y viajó un mes después de una cirugía importante y no tuvo ningún problema con nuestros recorridos diarios.
Hay abundancia de fauna silvestre en el hotel. Iguanas, colibríes, ardillas, lagartijas y hasta pavos reales. Son un detalle que le da vida al hotel, y están presentes por todos lados sin ser molestos ni una plaga.
No hay cajeros automáticos dentro del hotel, pero al frente hay dos: uno dentro del Casino y otro a media cuadra al lado de un local de alquiler de carros (National). Igual con el programa de todo incluido el dinero en efectivo es prácticamente innecesario. Tenga en cuenta que tanto su banco como el banco local le van a cobrar una comisión por el retiro, pero dependiendo de la cantidad que retire puede ser mejor negocio que comprar los dólares en efectivo en su país de origen.
La comida
Uno tiene derecho a comer en las noches en restaurantes con servicio a la mesa y a la carta, pero debe hacer su reserva con tiempo de antelación. La primera noche comimos en “Sushi Samba”, que es un restaurante con show de Tepanyaki. Es una especie de rodizio de comida oriental incluyendo una ronda de sushi, sopa, arroz teriyaki y tepanyaki, entre lo que logro recordar. Buenísimo. La segunda comimos en Mogo-Mogo (Comida Thai) donde esperaba probar por fin un curry tradicional, pero me quedé con las ganas porque los platos eran mas bien “occidentalizados”. La tercera comimos en “El canal”, el cual es el más apetecido y afamado de los restaurantes, ofreciendo gran variedad de platos con frutos del mar.
Las noches terminan con un show de baile (cada noche el tema es diferente) con un carismático animador que sabe manejar muy bien al público.
El buffet del desayuno es salido de toda proporción. Una barra de frutas, una de proteínas, fritos… hasta calentado, fríjoles o embutidos. Quesos, gran variedad de panes, barra de jugos, un lugar dedicado para que le hagan los huevos al gusto, cereales… en fin, hay para todos los estilos de vida, desde los más saludables hasta los adictos al colesterol del malo. Es muy difícil lograr contener el impulso de servirse cada uno de los platos ya que con tanta oferta uno quiere probarlo todo, y no en vano hay por todas partes de avisos invitando a un uso racional de la comida y recordando que los huéspedes pueden servirse cuantas veces quieran, para prevenir el casi inevitable desperdicio de comida.
Los almuerzos son variados y siempre encontrará algo que le guste y que lo sorprenda, como el ice cream bar que había en uno de ellos. Probamos todos los restaurantes y no nos hubiéramos cansado del menú ni visitándolos a diario durante un mes. Eso sí, el riesgo de ganar unos kilos adicionales es latente, porque es prácticamente imposible controlar el impulso de probarlo todo.
La mayoría de los bares están cerca de la playa y ofrecen de forma ilimitada unos cocteles deliciosos, sin escatimar en la cantidad ni la calidad del alcohol que utilizan para prepararlos. De hecho se queda uno con la impresión de que a veces llevan demasiado alcohol! Los empleados son muy atentos y amables, aunque como en todo sitio hay contadas excepciones.
La Playa
Sobre el mar hay una serie de pequeños detalles que se pueden destacar. La temperatura del agua es muy agradable, y el mar es asombrosamente tranquilo. No tiene casi oleaje, parece una piscina. Entiendo que fue por esta misma razón fue que Balboa bautizó este océano con el nombre de “Pacífico”. A pesar de que la playa es pública no se ven mayores aglomeraciones de gente y pasan muy pocos vendedores, los cuales son muy discretos y nada insistentes, e incluso dejan la mercancía sin ningún tipo de garantía y la cobran más tarde.
La arena es fina, y hay muchísimas conchas marinas en la franja en la que rompen las olas, la cual no mide más de 5 metros. La franja en la que uno se puede meter al agua tocando el piso es mas bien corta (no tendrá más de 10 metros) y no hay algas ni rocas molestas. La playa es muy limpia y se ven empleados recogiendo basura todo el día.
La mayoría del día uno puede ver estoy graciosos pajaritos (Sanderling) alimentándose en la playa, aunque por lo que logré aprender estas aves son migratorias, así que no se ven por aquí sino en un corto período de tiempo cada año.
Utilizamos los kayaks y fue un paseo muy agradable y divertido.
Las sillas son cómodas, suficientes y la sombre es perfecta para un día de playa.
Los planes
Tienen una buena oferta de planes turísticos en los alrededores. Yo tomé el del canal de Panamá + compras en Albrook. La visita al canal me pareció muy interesante y constructiva, y le recomiendo que para hacer compras se tome un día entero porque Albrook es tan grande que requiere de mucho tiempo para encontrar las mejores ofertas y lo que usted está buscando.
En resumen
Me llevé una muy buena impresión de la cadena Decameron y de Multivacaciones Decameron. El precio es bastante cómodo y el servicio que se recibe es MUY bueno. Las instalaciones son de primer nivel, así como la comida y los demás servicios. No me voy con ninguna queja y debo decir que pasé 3 días inolvidables al lado de mi novia y sus papás. Sin duda volvería a este Resort, el cual definitivamente recomiendo visitar.
Lo dejo con las fotos que tomé del viaje: